A partir de marzo.....RADIOFRECUENCIA RESISTIVA

El "efecto lifting" alcanzado con la realización de aplicaciones de Radiofrecuencia facial ha hecho muy popular al método y ha generado una creciente demanda del tratamiento.
Se trata de un método no invasivo ni agresivo, cuyos mejores resultados se obtienen en aquellas personas con flaccidez cutánea facial leve a moderada.
La aplicación de Radiofrecuencia produce un aumento controlado de la temperatura en la piel y de esta manera genera un estímulo en la dermis con el consiguiente aumento en la producción de fibras colágenas. Durante la sesión el/la paciente tendrán una sensación de calor agradable aplicado a través del cabezal conectado al equipo.
Pueden evidenciarse claramente dos efectos, uno inmediato y otro a largo plazo.
Efecto inmediato: al término de cada sesión las pacientes podrán notar un mejor estado del cutis, más liso e hidratado, más lozano y fresco y hasta la desaparición transitoria de algunas arruguitas finas, no así de surcos o arrugas de expresión.
Efecto a largo plazo: Luego de dos meses, los cambios mencionados ya son mas duraderos y comenzará a ponerse de manifiesto el tan ansiado "efecto lifting", una vez que el crecimiento de colágeno es suficiente como para comenzar a rellenar arrugas y mostrar un efecto tensor de la piel,produciendose la reestructuración del colágeno profundo, lo que incluye que se formen fibras nuevas que sustituyan a las envejecidas y hagan los tejidos más elásticos
Además de su utilización en cara, la Radiofrecuencia se puede aplicar en cuello y cuerpo, no es doloroso, no deja cicatrices ni inflamación y el/la paciente puede retomar con sus tareas habituales después de la aplicación.Dando muy buenos resultados en cara interna de muslos - brazos y gluteos.
Dado que la Radiofrecuencia mejora la circulación local, promueve la degradación de tejido adiposo y estimula el drenaje de fluidos y toxinas, es un recurso muy útil para la reducción de la grasa localizada y celulitis.
Contraindicaciones y Advertencias
• Embarazo y lactancia.
• Portadores de prótesis metálicas, marcapasos.
• Cardiopatías graves.
• Alteraciones de la coagulación.
• Enfermedades del tejido conectivo y neuromusculares.
• Tumores e infecciones.
• Implantes de colágeno recientes